Cada detalle ha sido pensado para hacer que el cliente se sienta como en casa.

Rodeado por un jardín y terraza, el hotel cuenta con parking exterior, garaje cerrado, guardaesquíes y un salón con chimenea, donde el cliente podrá tanto degustar los desayunos como disfrutar de un momento de descanso al final del día.

Tiene también a su disposición servicio de bar para clientes, dos habitaciones adaptadas para discapacitados y conexión a internet gratuita en todo el establecimiento.

Las habitaciones han sido decoradas con un ambiente cálido y acogedor, todas distintas y todas únicas, con la inestimable colaboración de Marina Sancho como decoradora y Elena Felipe, responsable de la pintura tanto interior como exterior, que dejaron su impronta en todas las dependencias.

Situado a 14 km de Benasque y 20 km de Cerler, es un alojamiento ideal para practicar deportes de invierno, pues los remontes de la Estación de esquí de Cerler se encuentran a media hora en coche del Hotel, y de verano como senderismo, alpinismo o parapente, e incluso visitar otros enclaves como los valles de Ordesa o Pineta, y Roda de Isábena o Aínsa entre otros.